Viola Grosvenor, también conocida como la Duchess of Westminster, nació en 1888 en los Estados Unidos. Se casó con el segundo duque de Westminster en 1920 y se convirtió en miembro de la aristocracia británica. Era conocida por su belleza y elegancia y también por su generosidad y caridad. Durante la Primera Guerra Mundial, Viola trabajó como enfermera voluntaria en Francia y se convirtió en una defensora de los veteranos de guerra. Después de la guerra, dedicó gran parte de su tiempo a la caridad y la filantropía, trabajando en proyectos para ayudar a los pobres y los enfermos. Viola también era una gran amante de los animales y había convertido su hogar en una especie de zoológico, con perros, gatos, caballos y otros animales. Después de la muerte de su esposo en 1953, Viola se volcó aún más en su trabajo de caridad y se convirtió en una figura querida y respetada en la sociedad británica. Viola murió en 1958 a la edad de 70 años, dejando un legado de generosidad y compasión que todavía se recuerda hoy en día.